El mercado se detiene.
Una ola de recesión se extiende hasta cubrirnos los pies, las rodillas, el cuello.
Como elhuracán Ike restregándose contra una Cuba herida.
Pierden sus oportunidades los jóvenes más frágiles, los mayores más cansados.
Los indicadores de la pobreza empiezan a llenarse de color rojo.
Un viento silencioso e invisible, un viento que levanta estadísticas en nuestra contra.
¿Hablamos de crisis o de interrupción voluntaria?
3 comentarios:
Hay sectores clave, en el sentido de que cualquier cambio afecta al global, cuyo equilibro debe supervisarse más. El mercado tiende al punto medio, aunque en el medio aguante muy poco tiempo.
Y llegará un día en el que no nos quede más remedio que mirar de frente a los problemas pues lo suyos serán ya los nuestros.
Como todas las crisis a quien más pega es a los más débiles, a quienes tienen menos oportunidades.
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